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Foto do escritorNathalie Durel

La medicina tradicional del Amazona en conjunto de la psicoterapia Junguiana

La Amazonia, también denominada Amazonia y a veces llamada simplemente como «el Amazonas» (como el río que la atraviesa), es una vasta región de la parte horizontal y septentrional de América del Sur que comprende la selva tropical de la cuenca del río Amazonas. Esta selva es el bosque tropical más extenso del mundo. Se considera que su extensión llega a los 7 000 000 km² (siete millones de kilómetros cuadrados) repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Colombia, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y Guayana Francesa. Su población se divide en unos 400 pueblos indígenas diferentes, cada uno de ellos con su propia lengua, cultura y territorio.

Desde el principio de los tiempos, las tradiciones ancestrales animistas han curado con plantas/árboles y sus espíritus, un estudio liderado por brasileños acaba de llegar al siguiente resultado: la diversidad de plantas de la Amazonia alcanza 14.003 especies de plantas. Los asháninkas de la cuenca amazónica de Perú y Brasil poseen este conocimiento, que ha perdurado en el tiempo. Es muy difícil resumir todas sus prácticas terapéuticas sin embargo en esta medicina basada en plantas “maestras” (porque ingeridas adecuadamente generan conocimientos a través de sueños, visiones, percepciones e intuiciones, de sus propiedades curativas) podemos considerar tres ejes principales que el curandero aplica:

- las purgas y los baños

- las dietas

- las ceremonias con plantas/árboles

 

Hoy en día, en nuestro mundo occidental estamos acostumbrados a oír hablar de un solo eje: las ceremonias de ayahuasca o de otras plantas que modifican la percepción de la realidad para tener visiónes y eventualmente acceder a nuestro inconsciente. Como podemos entenderlo, solo efectuar ceremonias sin hacer los demás ejes equivale a, por ejemplo si lo comparamos a la medicina occidental, a únicamente tomar medicamentos sin acceder a las demás posibilidades terapéuticas como analíticas, cirugías, etc. No hace sentido.....Además en la mayoría de los casos, las personas que dan estas ceremonias no tienen experiencias suficientes en la materia y no se preparan entre ceremonias como debe de ser, normalmente el/la curandero/a está en dieta casi todo en tiempo y hace purgas muy regularmente para purificarse. También tenemos que tomar en cuente que: "cada caso es un caso..." y aplicar el mismo tratamiento a todos no hace ningún sentido!

Es fundamental destacar que la acción directa del curandero (que ha hecho y sigue haciendo muchas dietas/purgas/ceremonias) sobre el cuerpo y el alma del paciente es esencial. Se realizará mediante cantos (ícaros), sopladas con tabaco y perfumes sobre el cuerpo energético del paciente además de la preparación de los baños y plantas que se utilizarán para purificar. Hay que añadir que el curandero también está a dieta durante los tratamientos. Claro que esto significa una práctica terapéutica de una profunda abnegación.... y no es para todos!!!

Además como occidentales tenemos problemáticas de salud emocional diferentes de los nativos Amazónicos, nuestro mundo cada vez más desreglado nos deja inclusive con patologías mentales graves que requieren tratamientos complejos. También el ser occidental se encuentra con un vacío espiritual profundo que las grandes religiones ya no consiguen colmar en la mayoría de los casos. Necesitamos regresar a las raíces, los orígenes, al mundo simbólico en el cual se fundamenta el animismo. 

Y está claro que la psicología “clásica” no alcanza este nivel. Sin embargo, la psicología transpersonal, considerada la cuarta fuerza de la psicología, se desarrolló tras el movimiento humanista de los años 60. También se denomina psicología holística porque abarca no sólo el nivel físico, sino también el mental, el emocional y, sobre todo, el espiritual. Carl Jung fue el precursor del movimiento transpersonal porque la lectura de la psique en el psicoanálisis junguiano permite una comprensión más profunda del camino del alma en el proceso de individuación (término junguiano). Permite viajar en el mundo de los arquetipos del inconsciente personal y colectivo en la interpretación de los sueños, visiones y obras artísticas, ademas, las plantas y el contacto con la naturaleza favorecen los estados modificados de conciencia.

 

 Por esta razón, juntar la medicina Amazónica con la psicoterapia Junguiana es fundamental para comprender nuestra problemáticas inconscientes. Porque además de la cura física, emocional y mental que las plantas "maestras" nos traen, la parte espiritual que se comunica a través del inconsciente será comprendida con la agudeza del mundo inconsciente que tiene la psicología de las profundizas de Carl Jung.  



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